Y en todo momento estamos hablando de calderas de gas, obviamente, ya que a día de hoy son, el presente y el futuro a la hora de generar el calor para tu hogar, así como el agua caliente sanitaria (ACS). Pero, ¿por qué elegir una caldera de gas con las alternativas que hay en el mercado?.Pues son dispositivos que aportan un gran rendimiento, cada vez mejor preparadas y con opciones mejoradas para obtener en el mayor rendimiento, con el consumo más bajo, para aumentar su rentabilidad.
Aunque haya gente que no lo crea, pero el gas es una fuente ecológica, sobre todo si lo comparamos con el gasoil o los derivados del petróleo, con un alto componente de contaminación.
Dentro de las opciones que vas a tener a la hora de elegir una caldera de gas, existen hoy en día dos opciones que son la que prevalecen, por su precio y por su rendimiento.
Dentro de estas opciones cada uno elige la que quiere o puede, por eso nosotros te comentamos las opciones, la elección está en tu mano.
Calderas de condensación
Son la evolución de las calderas, el siguiente paso que en, en teoría, va a ir retirando al resto de calderas de gas del mercado.
Este tipo de calderas están pensadas para aprovechar todo el calor que se genera en su interior, reutilizado para calentar el agua, por ejemplo.
De este modo no existe una expulsión de calor durante la emisión de gases, así evitas quemar una mayor cantidad de gas para mantener una temperatura.
Estas calderas son especialmente recomendables en instalaciones de suelos radiantes, donde la conservación del calor es mayor y se puede transmitir mejor al resto de la instalación. Al aprovechar el calor del vapor de agua para precalentar el agua que vuelve del circuito.
Quizás el mayor inconveniente que pueden tener es que son calderas que necesitan una instalación diferente a las que se usan en calderas o en circuitos de calefacción más antiguos, por lo que afrontar un cambio de caldera hacia una caldera de condensación puede suponer que haya que hacer una reforma en tu hogar.
Con las nuevas normativas europeas en las que se piden unos cánones más altos en tema de contaminación y respeto al medio ambiente, son consideradas como poco contaminantes, consiguiendo emisiones mínimas y de bajo impacto en el medio ambiente.
Si tienes y quieres cambiar a este tipo de caldera y tienes claro que te toca reformas algunas partes de la casa, es posible que te plantees un cambio a suelo radiante, ya que es una forma de tener tu hogar a una buena temperatura, reduciendo el consumo.
Calderas estancas
En una caldera estanca, la combustión se realiza en un entorno completamente cerrado y sellado del exterior y son, bueno, más bien eran, una gran solución cuando la caldera debía encontrarse en el exterior del domicilio, como en balcones o patios.
Muchas casas, muchos edificios, aún utilizan estas calderas para hacer llegar el agua caliente a todos los radiadores, pero hoy por hoy, su fabricación ya no está permitida, aunque aún existan modelos en el mercado.
En realidad, este tipo de calderas fueron la evolución de las antiguas calderas atmosféricas, que están completamente prohibidas, no solo su fabricación, sino que también su instalación, no como en las calderas estancas, que las que están ya fabricadas y en almacén, aún pueden instalarse.
La puntilla a este tipo de calderas ha sido dada por las regulaciones de UE en materia de medio ambiente y contaminación.
Así que podemos decir que la caldera de condensación es la evolución natural de la caldera estanca, de hecho, este tipo de caldera es una caldera estanca, pero con ventajas, como son la seguridad, la comodidad, la higiene o la eficiencia energética.
Ahora queda en tu mano qué caldera y qué tipo de instalación de climatización quieres en tu hogar.
