Esta sala de calderas, es donde se encuentra todo el sistema que va a realizar la quema de combustible para que las diferentes dependencias u hogares dispongan de su agua caliente y su calor cuando ellas están en funcionamiento.
Estas salas de calderas deben tener y cumplir una serie de requisitos, tanto en su construcción como en su funcionamiento, para garantizar su funcionamiento correcto y sin peligro para los usuarios.
Estas salas de calderas deben, además, cumplir todos los requisitos que se incluyen en la normativa que así lo establece y que viene recogida en el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas de Edificios) del que ya os hemos hablado en alguna ocasión.
Además, este documento, regulará la revisión y el mantenimiento de esta instalación, para evitar cualquier tipo de contratiempo.
Pero primero, debemos saber, qué podemos encontrarnos en una sala de calderas.
Elementos de la sala de calderas
En esta sala nos encontramos con todos los dispositivos necesarios para que se realice la producción de calor y agua caliente sanitaria (ACS) para todos los usuarios de la instalación.
En las salas de calderas, como no puede ser de otra manera, nos vamos a encontrar, y como elemento principal, será la propia caldera.
También encontraremos el quemador de la caldera, el sistema de impulso y retorno, el circuito de retorno o distribución, el circuito de impulsión, el depósito de inercia, el vaso de expansión y el depósito de acumulación de agua caliente sanitaria (ACS).
Estos son los elementos básicos que encontramos en una sala de calderas, aunque no todas las salas son iguales y disponen de los mismos elementos.
En ellos influirá la cantidad de elementos, hogares o dependencias, por donde haya que distribuir tanto el calor como el agua caliente sanitaria, obligando que este tipo de instalaciones tengan más o menos elementos.
Estas instalaciones, además por seguridad deben estar construidas con una resistencia mínima al fuego de unos 120 minutos, disponiendo tanto en el interior como en el exterior de extintores con todos sus controles de seguridad pasados y vigentes.
Otro elemento al que quizás no se le presta mucha atención a las puertas de las salas de calderas, ya que son fundamentales, en el caso de accidente, ya que servirán como cortafuegos, para evitar que se pueda extender a todo el edificio.
Por desgracia, en muchas ocasiones, con el paso del tiempo, esta sala de calderas y su mantenimiento, no solo se utiliza para su cometido, que debería ser su única función, sino que en muchas ocasiones se convierten en trasteros improvisados, de ahí que sea fundamental su revisión periódica, como dicta la ley.
Aspectos a revisar en una sala de calderas
Como acabamos de ver, uno de los puntos fundamentales y que la experiencia nos ha demostrado que ocurre en multitud de ocasiones, es revisar que la sala de calderas sea utilizada en exclusiva para ese fin.
Su acceso deberá únicamente habilitarse a los responsables del mantenimiento y al representante del edificio, que normalmente es el presidente de la comunidad.
De este modo, las posibles manipulaciones que se tengan que hacer en esta sala y los equipos, los hagan únicamente las personas responsables de ello, responsables cualificados, técnicamente y legalmente preparados para realizar esta labor, siempre cumpliendo con la normativa vigente.
Los técnicos que se encargan de realizar el mantenimiento de las salas de calderas, suelen estar contratados o pertenecer a empresas que se encargan de este tipo de trabajos para los que están especializados.
Como los profesionales que puedes contratar en Cuidur para cualquier tipo de revisión o instalación de sistemas de calefacción.
Contratar a una empresa que se encargue del mantenimiento de la sala de calderas, permitirá la tranquilidad de saber que los sistemas funcionarán correctamente, ya que se encargan de:
Revisiones mensuales durante el uso intensivo de la caldera
Es decir, que durante los meses en los que pasa más tiempo encendida la caldera para generar el calor que llegará hasta tu hogar, según el RITE, se deben realizar revisiones mensuales, para corroborar su correcto funcionamiento.
Durante los meses estivales, en los que su funcionamiento será principalmente para el generar agua caliente sanitaria, no es necesario que un técnico esté realizando este tipo de revisiones mensualmente.
Eso sí, siempre antes de comenzar de nuevo la temporada de calefacción, es necesario hacer un arranque para verificar que todos los sistemas funcionan correctamente y en el caso de que no sea así, poder reparar la avería antes de que suponga un mal mayor.
Eficiencia energética
Uno de los puntos que se revisan cada vez con más asiduidad, y sobre la que mayor incapié se hace.
De este modo se contribuye a la reducción de la emisión de gases contaminante y cumplir con las normativas que hacen referencia a conseguir unos edificios que consigan dejar una menor huella energética.
Este tipo de revisiones son realizadas cada 4, 2 o 5 años, dependiendo del tipo de combustible que se utilice.
Documentación del mantenimiento
Esta documentación debe estar siempre correctamente sellada y cumplimentada por la empresa que se encarga de realizar el mantenimiento de la sala de calderas.
Siempre que sea requerida, debe ser presentada por su revisión y en la que se deba recoger todas las actuaciones, ya sean de reforma, reparación o inspecciones.
Así que, si aún no tienes a ninguna empresa que revise periódicamente las instalaciones de tu calefacción central, ya sabe con quién puedes contar.