Sabemos que has estado cuidando de tu caldera para estos días que se avecinan fríos, pero quizás te has olvidado de otro de los elementos fundamentales de tu sistema de calefacción: los radiadores y su mantenimiento.
Son un elemento presente en prácticamente todos los hogares, ya sean eléctricos, de aceite o conectados a la caldera, y como todos aparatos, deben tener sus revisiones y verificar su correcto funcionamiento.
Vamos a revisar cuáles serán los puntos que debemos vigilar para poder obtener el mayor confort térmico en tu hogar, logrando así una mayor eficiencia energética.
¿Es tan importante el mantenimiento de los radiadores?
Aunque parece obvio que la respuesta es sí, no todo el mundo tiene claro que el mantenimiento es una parte fundamental para que todo el circuito de la calefacción de tu hogar funcione correctamente.
Normalmente el mantenimiento es bastante simple y con un vistazo podemos localizar los posibles fallos que pueden dar los radiadores, pero es un elemento que, al estar siempre a la vista, no solemos prestar atención, hasta que fallan.
El hecho de que le realicemos un pequeño mantenimiento cada cierto tiempo, quizás con más profundidad en los días previos al arranque de la caldera, puede evitar situaciones embarazosas, retrasos en la puesta en marcha de la calefacción o el desembolso que supone la reparación o cambio de los mismos.
El poder detectar y reparar posibles problemas que tengan nuestros radiadores, pueden contribuir a alargar su vida útil hasta en 3 o 4 años, mejorando también el funcionamiento de la caldera y pudiendo de esta manera, ahorrar unos euros a nuestros bolsillos en futuras facturas, tanto de calefacción, como de posibles reparaciones si el circuito se daña mucho.
A continuación, os vamos a dejar unos cuantos consejos a tener en cuenta para el mantenimiento de los radiadores.
Purgar los radiadores
Quizás es la acción que todos tenemos en mente cuando hablamos del mantenimiento de los radiadores. Con ella conseguiremos una mayor eficiencia energética, ya que evitaremos que la caldera queme más gas para lograr llegar a la temperatura ideal.
Y, ¿Cómo sabemos si es necesario purgar un radiador? Pues es muy sencillo, si notamos que la parte alta del radiador, después de haber encendido la calefacción, no se calienta, es uno de los mejores indicativos. Pero el que todo el mundo suele reconocer, es por el ruido que hace el radiador que contiene aire.
Para purgar un radiador, debemos abrir la pequeña válvula que tienen instalados todos los radiadores, que permiten la salida del aire que contienen. Mantendremos esta válvula abierta hasta que comience a salir agua, de este modo, ya sabremos que el radiador está lleno de agua.
Fugas en los radiadores
Revisaremos todas las juntas que tenga el radiador, visual y manualmente, para poder detectar los pequeños goteos que se puedan estar produciendo en ellas.
Nos referimos a las juntas donde el radiador se conecta con la entrada de agua o la junta en la que está instalada la válvula de la purga.
En muchas ocasiones, esas juntas pueden deteriorarse por los cambios de temperatura, lo que puede derivar en la degradación de las gomas que hay en su interior para sellar el circuito, provocando así la fuga de agua del circuito, con el consiguiente gasto en reparación y en calefacción, ya que como comentábamos antes, la caldera quemará más combustible para conseguir llegar a la temperatura deseada.
En el caso de que exista una fuga, te recomendaríamos la llamada a un técnico experto para que lo arregle.
Óxido en los radiadores
En muchas ocasiones nos encontramos con radiadores que no han tenido un mantenimiento correcto y que han podido tener algún tipo de fuga. O simplemente porque los materiales son defectuosos.
Esto puede provocar que aparezcan zonas con óxido. En estos casos se pueden utilizar desde pastas que sirven para su sellado, podemos pintar el radiador con pinturas especiales o quizás debemos plantearnos el realizar un cambio de radiador o de parte del radiador.
Revisa los tapones
Al igual que hemos hecho con las juntas del radiador, debemos revisar los tapones, para detectar en el caso de que los haya, alguna posible fuga.
Si se detecta la fuga, lo más recomendable es avisar a un técnico, ya que la operación de cambio de tapón puede ser laboriosa y quizás prefiramos dejarlo en manos de un profesional, ya que debemos desconectar el radiador del circuito de calefacción, habiendo antes cerrado el paso de agua, vaciarlo de agua, cambiar el tapón por uno nuevo y atornillarlo correctamente.
Puede parecer una operación sencilla, pero si el radiador es demasiado grande, la cosa puede complicarse.
Lógicamente, la caldera habrá perdido presión y habrá que volver a regularla.
Presión en la caldera
Después de verificar que no existen fugas y tras haber realizado la purga de los radiadores, es recomendable revisar la caldera, para comprobar regular su presión. Lo más probable es que tenga menos presión de la que debería y por lo tanto tengamos que ajustarla.
Con meter más presión, nos referimos a introducir más agua en el circuito, que realizamos desde la misma caldera. Revisamos que el agua de la presión se encuentre en la correcta. Si nos pasamos, simplemente debemos vaciar el agua sobrante a través de la válvula de drenaje.
Colocación y tamaño de los radiadores
No es una práctica que se deba llevar a cabo todos los años, ni mucho menos, pero si has realizado obras en casa, reestructurando habitaciones, es necesario que revises la cantidad de calor que vas a necesitar en cada una de ellas.
Quizás donde antes necesitabas más calor, ahora necesitas un radiador más pequeño para que la estancia esté caliente o en sentido contrario, una habitación con un radiador pequeño, quizás ahora necesite un radiador más grande. Eso sí, siempre siguiendo el protocolo RITE Reglamente de Instalaciones Térmicas en edificios), del que puedes leer más aquí.
Además de estos consejos que te damos sobre el mantenimiento de los radiadores, os queremos comentar algunas mejoras que pueden ayudarte a ahorrar a final de mes con tu factura y que tienen que ver con ellos
Utiliza válvulas termostáticas
Colocando una en cada radiador podemos regular la temperatura de cada uno de ellos de forma individual, reduciendo así el consumo en la quema de combustibles y evitar que una estancia tenga más calor del que necesita.
La instalación se hace en la llave de paso del radiador y aconsejamos que sea realizada por un técnico experto para realizarla, como en el caso del cambio de tapón. De hecho, puedes aprovechar ese cambio de tapón para colocar este tipo de válvulas.
Repartidores de costes
En el caso de tener calefacción central a través de la comunidad de vecinos, es el momento de decidirse por poder repartidores de coste, que van a ser obligatorios en este tipo de servicios a partir de este año.
Con estos repartidores, se conseguirá ahorrar hasta un 35%, consiguiendo así una mejor eficiencia energética y mayor control sobre el consumo de cada individuo.
Puedes leer más sobre ellos aquí.
Por eso, en el caso de necesitar cualquier tipo de ayuda, con tus radiadores, con tu caldera o si estás pensando en la instalación de un repartidor de costes, no lo dudes y contacta con nosotros.