Limpiar el circuito de calefacción

Aunque esto sea algo que no podemos observar a simple vista, es un factor muy importante a la hora de cuidar nuestra instalación, ya que, si no la llevamos a cabo, esta puede tener un funcionamiento incorrecto o incluso provocar una avería.

Por qué es importante limpiar el circuito de calefacción 

Un circuito limpio y sin cal en sus tuberías nos aportará ciertos beneficios que agradeceremos, tales como:

  • La caldera consumirá menos energía para funcionar de forma adecuada.
  • Evitaremos que el agua se pudra y se llene de sedimentos.
  • Se corre menos riesgo de sufrir fugas.
  • Transmitirá más calor y lo hará de forma homogénea.

Cómo limpiar el circuito de calefacción

Es importante sanear el circuito de calefacción cada cierto tiempo antes de que se presenten signos de alarma. Es recomendable realizar una limpieza completa del circuito cada 4-5 años. En el caso de que vivamos en una zona donde el agua tenga mucha cal es recomendable realizar la limpieza cada 2 años para prevenir corrosiones.

Los pasos para limpiar el circuito son los siguientes:

  • Apagar la caldera y vaciar de agua todo el circuito.
  • Conectar los tubos de agua caliente y fría a una bomba para que el agua se distribuya por todo el circuito.
  • Con ayuda de la bomba, introducir un líquido antical disuelto en el agua para limpiar todo el circuito y que elimine toda la cal que pueda quedar en el circuito.
  • Conectar de nuevo la caldera y abrir todas las llaves y grifos de los radiadores para que se expulse toda la mezcla limpiadora.
  • Llenar de agua limpia todo el circuito para ponerlo en marcha de nuevo, para un mantenimiento completo se le puede añadir un producto para evitar la formación de algas y/o corrosiones.
  • Limpiar las válvulas de forma manual.

Limpiar los radiadores por dentro

Para dejar los radiadores limpios y eliminar todo el polvo que impide salir al aire caliente, se pueden limpiar con un cepillo específico que consiste en una varilla fina y alargada con cerdas que llegan a todos los rincones. Para conseguir unos radiadores impolutos, mete el cepillo bien por todos los huecos y gíralo para lograr alcanzar las partes más escondidas. El polvo se irá quitando y cayendo debajo del radiador, cuando acabes con la tarea pasa el aspirador por la parte superior e inferior del radiador para eliminar todo el polvo que has quitado. Si la suciedad está muy incrustada, empapa el cepillo en agua y jabón y realiza el mismo procedimiento que en el primer paso frotando ligeramente. Deja que se seque el radiador completamente antes de volver a encenderlo.

Manipular el circuito de la calefacción, los radiadores y los productos específicos para su limpieza no es una tarea sencilla y mucho menos recomendable para manos inexpertas. Por ello, para realizar unas buenas labores de mantenimiento y asegurarnos de que el circuito queda perfecto después de la tarea, lo aconsejable es contactar con un profesional que realice la tarea. En Cuidur contamos con los mejores profesionales cualificados para llevar a cabo tareas de mantenimiento y reparación, no dudes en concertar una visita de nuestros técnicos.