Desde las primeras instalaciones y calderas de gas, la seguridad siempre ha sido, junto con la mejora en la combustión y reparto de calor, uno de los pilares a la hora de mejorar esta forma de tener tu hogar a la temperatura deseada.Nuevos sistemas de alerta, nuevos materiales, son algunas de estas mejoras que se han ido realizando a lo largo del tiempo, garantizando la mejor forma de sentirte seguro en tu hogar.Y es que cualquier tipo de fuga o fallo que pueda repercutir en todo el sistema de calefacción, puede llevar a una situación muy incómoda y peligrosa, por eso, para este tipo de instalaciones, siempre se debe contar con la ayuda de unos profesionales.Profesionales como los que puedes encontrar en Cuidur, que llevan tanto tiempo trabajando para conseguir la mejor forma de llevar el calor a tu hogar con todas las medidas de seguridad.
La seguridad de la instalación de gas
Por eso cada año, se registran cada vez menos incidencias o accidentes que, normalmente vienen precedidas por un mal uso de los sistemas. En la mayoría de los casos suelen ser causas por los propios usuarios, pero existen algunas ocasionadas por una deficiente instalación o materiales defectuosos.
Estos últimos casos son los menos habituales, porque, como ya hemos dicho, la mejora en los sistemas y la mayor calidad de los materiales hacen que estas instalaciones sean cada vez más seguras, si cabe.
A pesar de las muchas medidas, se debe realizar un mantenimiento y revisiones periódicas de todo el sistema para confirmar que todo está correcto y no existe peligro.
Uno de los grandes avances que se realizó en el sector, fue la obligatoriedad de cambiar el tipo de caldera que se instalaba hasta ese entonces, como eran las calderas atmosféricas, por calderas más actualizadas y seguras como son las calderas de condensación.
Estas calderas son mucho más seguras, ya que la combustión del gas se realiza en una cámara sellada, sin contacto con la estancia en la que se instala, evitando de este modo cualquier riesgo de fuga que con los antiguos modelos.
En las calderas atmosféricas, el oxígeno que se utiliza para la combustión es el mismo que el que hay donde está instalada, y la evacuación de los gases producidos por esta combustión son expulsados directamente.
En las calderas estancas, esa expulsión de gases producidos por la combustión, y la propia combustión, se realiza a través de una cámara estanca, evitando que se produzcan fugas y reduciendo así el peligro que pueda suponer cualquier avería en la caldera.
Por supuesto, las calderas que se están instalando actualmente, como todas, deben ser revisadas periódicamente para verificar su correcto funcionamiento, y en el caso de que no sea así, repararlas lo antes posible, ya que cualquier fallo, puede conllevar que el sistema entero se vea comprometido.
Las revisiones oficiales y más técnicas, deben realizarlas el personal cualificado para este cometido, como todos los trabajadores de Cuidur.
Aunque, nosotros, como usuarios de nuestras calderas y calefacciones debemos tener una serie de cuidados y fijándonos en pequeñas pautas, para asegurarnos que todo está correctamente.
Y en el caso de detectar que existe alguna anomalía, poder contactar con los técnicos para resolverla de la forma más rápida y eficiente.
Recomendaciones de seguridad
Por eso queremos dejaros una serie de recomendaciones para tener en cuenta a la hora de revisar nuestro sistema de gas.
Ventilación: La habitación debe tener un correcto sistema de ventilación, por lo menos la toma de salida de aire, limpio de impurezas, polvo o pelusas, evitando así que esté obstruida y por supuesto, no taparla.
Además, de esta manera conseguiremos que a la caldera le entre el aire suficiente para poder tener una combustión correcta.
El color de la llama debe ser azul. Y de estar siempre recta, de forma constante. En el caso de que fuese de otro color, más anaranjado, o que se cimbrease o se moviese, nos estaría indicando que algo no funciona correctamente.
En ese caso, es recomendable que se ponga en contacto con un técnico para que revise el estado de la caldera.
Las llaves de paso. En el caso de que deje la vivienda durante una temporada o varios días, estas llaves de paso deben estar cerradas. Verificar que el gas se ha cortado correctamente y que no quede gas en el circuito es fundamental.
Los elementos de la calefacción, caldera, radiadores, tubos, son exclusivamente para el uso de la calefacción, no son secadores, tendederos, ni para colgar objetos.
El caso de detectar olor a gas, lo primero que debe cortar el gas, abrir las ventanas y ventilar bien la casa, para que el gas salga y evitar que los males puedan ser mayores.
Detectar donde está la fuga, siempre que sea posible, y evitar encender luces o aparatos electrónicos, y llamar a un técnico, serían los pasos siguientes tras detectar el escape de gas.
Ten en cuenta que cualquier chispa puede hacer que se inflame el gas y provocar un efecto que no deseamos en ningún ocurra.
Por supuesto, el sentido común a la hora de utilizar las calderas y los diferentes elementos de la calefacción son la mejor de prevenciones, así como un revisado de tu sistema de calefacción cada cuatro años como marca la normativa.
En el caso de tener instalado un sistema muy anticuado, con una caldera antigua, es el momento de plantearse un cambio, no solo por la seguridad que te proporcionan los nuevos dispositivos.
Aunque suponga un desembolso que quizás no tenías previsto, el ahorro que va a suponer a la larga tanto en tu factura de gas como de luz, va a compensar la inversión inicial.
Y en el caso de que necesites que te echen una mano a la hora de elegir los mejores sistemas para calentar tu hogar, no lo dejes en manos de cualquiera, consulta con expertos con amplia experiencia, como los que encuentras en Cuidur.