Aunque parezca que los sistemas de calefacción van innovando y que cada día tenemos formas nuevas de calentar tu hogar, en realidad, son evoluciones de sistemas que ya han sido inventadas, pero que, gracias a los materiales y tecnologías, han sido mejorados.
Como es el caso del suelo radiante, que parece una técnica muy novedosa, ya sea para calentar o refrigerar tu hogar, pero este sistema hace ya mucho tiempo que fue inventado, aunque lógicamente ha sido mejorado con el tiempo.
Los romanos fueron los primeros en utilizar este sistema de calefacción para su hogar. El ingeniero Cayo Sergio Orata fue el encargado en el siglo I a.d.C de diseñar un sistema parecido al que hoy se denomina suelo radiante, que se emplearía en las termas romanas.
De hecho, tendría tanto éxito, que el sistema se llevó a los hogares de las clases más ricas de la sociedad romana, ya que no era un sistema barato de construir y mantener.
Este sistema se basaba en un hipocausto que funcionaban como una calefacción central, calentando mediante un pequeño fuego bajo la estancia, que repartía el calor por el suelo y con una salida de humos que evitaba intoxicaciones.
Pero no solo los romanos los hicieron, en el lejano oriente, los chinos y coreanos ya utilizaban un sistema parecido, denominado kang en China y ondol en Corea. Los principios básicos en todos estos sistemas siempre eran los mismos, un fuego debajo de la estancia o la casa a calentar y aprovechar el humo o el calor generado para calentar el hogar.
En la Castilla de la Edad Media se conoció como gloria, de ahí viene la expresión “estar en la gloria”. Pero si quieres saber más sobre la historia de la calefacción, te recomendamos que te pases por esta entrada de blog, donde podrás encontrar muchos datos curiosos.
Ahora que sabemos de donde venimos, podemos entender mejor el presente y el futuro de este tipo de sistemas, que en muchas ocasiones se está convirtiendo en uno de los más demandados en nuevas construcciones e incluso en la renovación y reforma de todo tipo de hogares.
Así funciona el suelo radiante
Cuando pensamos en el suelo radiante, pensamos en un suelo calentito, por él podemos andar descalzos, siempre que te guste claro, y del que nos tenemos que olvidar de radiadores, que ocupan espacio y que en ocasiones pueden parecer antiestéticos.
Estas calefacciones ocultas aprovechan el hecho de que el aire caliente pesa menos que el aire frío, para conseguir que el calor esté presente en todas partes de la estancia. Al generarse el calor desde el suelo, este se convertirá en el emisor, y por lo tanto, sube hacia las partes más altas de las estancias. El aire frío baja y se va calentando poco a poco.
De este modo el calor está mejor repartido y no nos encontramos con zonas donde el calor se desperdicia por el tejado, mientras que el suelo o las partes más bajas de la estancia se han quedado heladas.
Para llevar el calor por debajo del suelo, se instalarán unos tubos que recorrerán todas las estancias que se van a querer calentar, y se hará pasar agua caliente por esos tubos para llevar el calor desde la caldera que es la encargada de generarlo hasta todos los rincones de tu hogar.
En algunas instalaciones de calefacción a través de radiadores, en la instalación de los tubos que llevan el agua caliente a los radiadores, ha coincidido que estos tubos se han instalado en suelo. Al pasar por esta zona y dependiendo de los materiales con los que contemos en el suelo, has notado por donde pasaban esos tubos al notarlo calentito.
Ese es el principio del suelo radiante, pero llevado a todo el hogar, además de estar construido de tal forma que se aproveche mejor todo el calor que pasa por esos tubos.
Al estar el suelo más caliente y generar esa forma circular de calentar el aire, la sensación de confort es mucho mayor que la que tenemos con una calefacción convencional.
Instalación del suelo radiante
Como te comentamos, este tipo de instalaciones, por norma general se realizan en el suelo, de ahí su nombre, y consta de unos tubos de polietileno reticulado, que se instala bajo el pavimento, cubierto con una capa de mortero autonivelante.
Por estos tubos pasa el agua caliente, frío, según el tipo de instalación, ya que también podemos utilizar este sistema como refrigeración en las zonas más calurosas.
De este modo, repartimos de una forma más equitativa el calor por toda la estancia en la que está instalada, reduciendo así el consumo de energía que es consumida para mantener la temperatura, haciendo que nuestro sistema sea más eficiente y sostenible.
Si además aprovechamos el sistema instalado para enfriar nuestro hogar, no tendremos que recurrir a sistemas externos para ello, eliminando elementos a la vista, como pueden ser los aparatos de aire acondicionado, manteniendo en todo momento los sistemas de climatización ocultos y pudiendo contralar la temperatura de nuestro hogar a través de un solo sistema.
Esto reduce también el número de averías y diferentes problemas que puedan dar al ser sistemas diferentes, además de no tener que instalar otro “aparato” en casa, con toda la cantidad de electrodomésticos que ya tenemos, reduciendo así el consumo de energía eléctrica.
Este sistema de calefacción por norma general, se utiliza con una caldera de gas natural, como si un sistema de radiadores convencional, pero esto no quita que podamos utilizar otro tipo de fuentes de energía para hacerlo funcionar. La aerotermia, la geotermia o la energía solar son otras de las formas que podemos utilizar para este tipo de instalaciones.
Incluso se puede llegar a instalar un suelo radiante alimentado por energía eléctrica, que tiene una instalación más sencilla, no requiere de una caldera, por lo que ahorrarás en espacio, requiere de menos mantenimiento, es un suelo con bajas radiaciones, no produce ningún ruido y es completamente uniforme a la hora de calentar un hogar.
La gran pega de este suelo radiante eléctrico, es el elevado consumo de energía eléctrica que supone la utilización de este sistema. Aunque sea apoyado con energía eléctrica generada con placas solares, el consumo de electricidad es tan elevado que no es aconsejable si no queremos ver nuestra factura de la luz dispararse.
Ventajas e inconvenientes
A modo de resumen vamos a ver cuáles son las ventajas e inconvenientes de esta forma de calentar tu hogar.
- Podemos recurrir a energías renovables, un beneficio para el bolsillo y el medio ambiente
- Un sistema que nos permite tener un confort mucho mayor gracias a la circulación del aire.
- La misma instalación nos permite tener calefacción y refrigeración en un solo sistema.
- Está oculto y no requiere de mucho espacio.
- La inversión inicial puede ser muy elevada, pero a la larga supone un ahorro, por lo que el retorno de la inversión está garantizado en poco tiempo.
- La instalación requiere de una obra bastante amplia en el caso de ser una reforma de una vivienda en la que realizar la instalación. En una obra nueva supone la ampliación de algunos plazos antes de la entrega final.
- El tiempo que tarda en calentarse tu hogar es un poco más elevado que a través de otros sistemas de climatización.
Esperamos que este artículo que haya ayudado a la hora de conocer este sistema para calentar tu hogar, que poco a poco se va implantando en muchos hogares, sobre todo en viviendas unifamiliares de una sola planta.
Y para cualquier otra consulta que necesites para tu calefacción, o tu caldera, no dudes en contar con profesionales de la talla de Cuidur.